CHAO SALUD


El tiempo que resta para los cambios y ajustes necesarios ya no alcanza. La esperanza y la fe comenzaron a frustrarse ni bien comenzó el período legislativo con la dañina pandemia y a posterior todo proceso de salud estuvo ligado a sus consecuencias, a veces con razón y otras como argumentación. Si bien se sorteó con éxito el fenómeno no podemos ignorar la falta de expertise salvada por el GACH, (Grupo Asesor Científico Honorario) y documentada por el New York Times del 3/5/21 donde Uruguay durante esos días ocupó el primer lugar de tasas de incidencia del mundo y sus dificultades o carencias.
La salud pública es una responsabilidad de los gobiernos, a los que corresponde la organización de todas las actividades comunitarias que directa o indirectamente contribuyen a la salud de la población.
Parecería no haber sido entendido así y previo al comienzo del ciclo de gobierno fueron distribuidos cientos de cargos con sólo carácter político partidario, sin experiencia, y con la responsabilidad de ser obsecuentes con sus mandantes partidarios.
Hay que tener en cuenta el error primigenio de que tanto ASSE como el MSP -Dirección General de Salud- dependen de partidos distintos dentro de la coalición de gobierno y no podemos asegurar que haya un trabajo o propósitos sinérgicos.
Tal es así que la inversión en un nuevo hospital en el Cerro, justificado y bien fundamentado, ha creado, desencuentros desde su inicio. Su desarrollo no ha sido ajustado a sus funciones y propósitos en cuanto a técnicos y tecnología, y tampoco son defectos estructurales que puedan ser corregidos en el tiempo. El 9/11/23 en “El País” recogemos las palabras de la Sra. Ministra “…no cuenta con habilitación de su cartera….pero de todas formas la falta de ese impedimento no impide funcionar. Además alegó que muchas otras instituciones de salud no cuentan con la habilitación.”
Entiendo que la falta es extensiva a otros establecimientos lo que naturaliza la situación frente al decreto 416-2002/cap.III- “…ningún establecimiento de salud podrá funcionar sin haber obtenido previo a la apertura e inauguración la correspondiente habilitación.”
Creo que estamos frente a una “paparruchada” no deseable en que se desconoce el marco legal.
Lo que esperábamos de este período legislativo en salud no se ha visto concretado aún con presencia de leyes y presupuestos a tales fines: FISCALIZACIÓN – TELEMEDICINA – TECNOLOGÍA A INCORPORAR.
Esas incorporaciones o innovaciones necesarias se suman a las carencias y omisiones, algunas graves que atañen a la moral médica, como es los tratamientos actuales de radioterapia en que se utilizan aparatos fuera de aceptación médica, comercialmente, sin que las autoridades se hagan cargo. (El Cernidor del 5 y 7 / 12 23).
Un cúmulo de hechos que hacen del panorama público de la salud no sea confiable al usuario. Recordemos el fallecimiento el 1/3/22 de una niña de 8 años de Rivera cuyo sumario administrativo se desconoce, también la corrupción ignorada en el acoso sexual perpetrado en el hospital Maciel contra la Dra. Marianna Carbón que terminó con el acosador (MG) respaldado por las autoridades locales departamentales de Salto, y de ASSE, ganancioso de un concurso muy cuestionable y de trasfondo político, que no reside en la localidad, en la que solo permanece 20 días al mes amparado por las autoridades locales hospitalarias por fuera de toda moral médica.
Veamos que entonces tenemos hechos de corrupción, políticos partidarios, fraudulentos, y de acoso laboral y sexual.
Nos quedamos con hospitales empobrecidos, con conducción política partidaria, donde la participación comunitaria es muy escasa, la integración de servicios casi que inexistente, con conflictos que llenan las páginas de los periódicos y conducen a inútiles llamados a las comisiones legislativas en tanto el Dr. Cipriani habla de concursos, nuevos tomógrafos y adjudica ambulancias las carencias de personal es insoslayable. Tampoco existen fortalezas en la prevención y promoción, sin programa de RAP y rural inexistente, sin información epidemiológica necesaria, ni demográfica, sobre todo de las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) y con indicadores de las transmisibles en aumento.
La Esperanza agotada y sin fe en el año que queda para la salud.


Dr. Alvaro Vero – Esp.en Salud Pública -Salto – Dic.2023.

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