En la década del 70 se comenzó a dar participación de la comunidad activamente en favor de su propia salud. El comienzo quizás sería la estrategia de “Salud para todos en el 2000” declarada en Alma Ata en el 78. Hasta ese momento la salud tenía un solo sentido, el de la responsabilidad de los estados de arriba hacia abajo sin esfuerzo ni participación del individuo. Hoy existe el convencimiento de la importancia del esfuerzo individual para encontrar la preservación del estado físico.
Para el cabal desarrollo de las actividades la participación de la comunidad resulta benéfica porque nadie mejor que ella sabe “donde le aprieta el zapato”, recoge inquietudes, aporta información básica, y también posibles soluciones. De alguna forma es fiscalizadora viviendo los problemas de la organización. Es posible que también actúe sobre los financiamientos políticos necesarios.
De acuerdo al decreto 269/008, “la participación social es el principio rector del SNIS que propende al mejoramiento de la calidad de gestión de los prestadores, art.1 y en el art. II: “…para integrar el SNIS es preceptivo que las entidades públicas y privadas cuenten con órganos asesores y consultivos representativos de sus trabajadores y usuarios.”
Los consejos consultivos podrán pedir información general de la organización y también dar cuenta a la Junta Nacional de Salud (JUNASA). Estarán integrados por 2 representantes del prestador,2 de los trabajadores y 2 de los usuarios(art.5).
El usuario está protegido por un marco legal extenso, por códigos éticos y morales de conducta profesional y hasta la ley de protección del consumidor. Parecería que no es suficiente en tanto la gobernanza del sistema no se ocupe de la fiscalización en todos los niveles: MSP, Dirección General de Salud, Direcciones Departamentales de Salud, Junta Nacional de Salud que no han priorizado el aspecto del control asistencial sometiéndose a influencias políticas partidarias y por supuesto la ausencia de la participación del usuario en los diferentes estamentos.
Se confunde el control y la crítica constructiva con ataques subliminales al gobierno de turno. Grave error.
Es un hecho ampliamente reconocido que toda organización de salud debe evaluar con alguna regularidad la calidad de la atención mediante la Auditoría de Calidad; sin embargo se reconoce que son escasos los logros en este campo. Los indicadores posibles (más de 150) evalúan la oportunidad de asistencia, la continuidad, la integralidad, la racionalidad científica, la satisfacción del usuario, la efectividad, la eficiencia, la aceptabilidad, la legitimidad y la equidad.
La gran pregunta es porqué existe temor en auditar periódicamente. En parte no es un hábito, no existe la metodología de rutina y pragmática, se elude , pero también evita destapar “ollas”.
En el año 2016 en la cooperativa salteña su presidente (Dr. A. Altuna) negó la fundamentación de hacerla y autocráticamente decidió suplantar al promotor que no era más que el firmante. Algo parecido a lo que ocurre hoy en día con un profesional de una gran cooperativa montevideana; producto de un narcisismo enfermizo y sin medir consecuencias. Incapacidad sumada a un trastorno no tratado.
INJUSTO, ARBITRARIO Y ABUSIVO el proceder.
Yo pregunto ¿se sabe hoy cual es la deuda de ASSE Salto con la cooperativa médica? Sí se sabe y realmente es más que inquietante; sobre todo por la forma en que se generó a través de la traumatología que el Dr. Benquet siendo funcionario del hospital trasladó a su sanatorio S.A a través de la cooperativa donde también es parte. Esta modalidad habla de una clara conjunción de intereses que afectaría directamente a los recursos de ASSE al igual que otras “negociaciones”.-
La falta de medicamentos, ya no defendida por algún músico-periodista, sus costos infernales en farmacia, ya no se discute, las colas y demoras, la utilización de ASSE de la tecnología privada, la falta de programas y proyectos, también de proyectos equívocos, son un caldo de cultivo para la tentación de una corrupción de larga data. En fin, estamos en condiciones de afirmar que el hospital será al fin tenido en cuenta.
Dr. Alvaro Vero – Esp. en Salud Pública -Salto – Enero 2024.