Caminando por las calles de Salto junto a un amigo, un domingo a la noche, cuando pasamos por a lado de una volqueta, vimos algo que no podíamos creer, al costado había un cajón, de esos que vienen con bananas, lleno de fotos antiguas. Placas de vidrio, negativos de 6×9, carte de visite, cabinet cards, etc., cerca de 1300 fotos que van de aproximadamente 1890 a 1990.
Hasta acá todo normal, fotos arrojadas a la basura sin más. Seguro falleció alguien de edad avanzada y sus hijos o nietos se deshicieron de esos objetos sin importancia.
Cargamos como pudimos el material en la mochila y en una bolsa, y marchamos con eso a casa.
Al día siguiente del hallazgo, comenzamos a revisar foto a foto esas más de 1000 imágenes. Comenzamos a encontrar paisajes conocidos como el Parque Solari, la plazoleta Roosevelt, playa Las Cavas, Salto Grande antes de la represa y mucho más aún se está por descubrir.
La otra parte del trabajo, luego, fue ponerse a mirar la parte de atrás de cada foto, pues ahí a veces se encuentra información importante que nos ayuda a situar las imágenes en un momento de la historia.
Una foto de dos niñas nos llamó la atención en el montón. Entre tantas imágenes había una en tono sepia que parecía ser de los años 20 o quizá de los 30 del siglo pasado. La fotografía estaba firmada por Ramagli, lo que confirmó lo que pensábamos. Ramagli era un fotógrafo del departamento de Tacuarembó.
En la parte de atrás aparecieron tres nombres, uno, nos llamó poderosamente la atención. Amalia Esther Zaldúa…¿De dónde me suena ese nombre? El auditorio del Museo Casa Quiroga lleva ese nombre,entonces, Google…
Amalia Zaldúa fue maestra, profesora, directora de coros, y fue la primera Ciudadana Ilustre de Salto, declarada en 2012.
Comenzamos a hacer preguntas aquí y allá, y descubrimos que vive en Salto aún, con 94 años. Mario Ferreira, Mtro. retirado la conoce y nos hizo de nexo para que nos recibiera y poder conocerla. Un día a la mañana nos recibió Amalia en su casa, nos abrió personalmente la puerta. Mario ya estaba desde antes conversando con ella.
Nos invitó a sentarnos en su living, en amplios sillones antiquísimos y cómodos. Comenzamos a mostrarle fotos y nos iba diciendo algunos nombres, el que más se destacó fue el de una colega Maestra, Lira Hernández. Nos contó historias, nos nombró escuelas, como la 5 del cerro.
Después de una hora de charla le mostramos una imágen, de esas que habíamos sacado de la basura. Como ya dijimos líneas arriba, estaba firmada por Ramagli de Tacuarembó, Amalia confirmó eso y además nos relató que si bien, el fotógrafo era de Tacuarembó, era itinerante y recorría pueblos de la campaña. Esa foto que le mostramos era, según Amalia, de 1929, en la cual ella pudo reconocerse como la niña más grande, de unos dos años, junto a una hermana, y la imagen fue hecha en la localidad de Carumbé, en la zona limítrofe de Salto con Tacuarembó. Fue muy emocionante para nosotros poder hacer ésto. Conectar a esa niña de dos años en 1929 con la Amalia de hoy día. Como testigo de esto queda para la posteridad el registro que acompaña este texto, del momento que Amalia tiene en sus manos esa imagen de 1929.