Fotógrafos aventureros del Siglo XIX

Siglo XIX, los fotógrafos itinerantes. Siglo XXI, el Museo Itinerante de Fotografía de Salto.
Corrían las décadas de 1850 y 1860, ya los daguerrotipos y los ambrotipos (daguerrotipia y ambrotipia), entre otras técnicas previas a la fotografía, eran conocidas en el Uruguay de aquel entonces.
En 1840, llegó oficialmente el daguerrotipo al Puerto de Montevideo sobre el buque escuela Corbeta L´Oriental procedente de Francia, sin embargo su establecimiento en aquel Montevideo en plenas revueltas políticas no fue fácil, en 1841 comenzó el bloqueo del puerto y el sitio de Montevideo, el gobierno paralelo de Manuel Oribe, la creación del puerto y Aduana de Oribe, actualmente museo que se ubica en la costanera montevideana en zona entre Buceo y Pocitos, había dos ciudades paralelas con gobiernos diferentes. En ambas aparecieron los servicios de los daguerrotipistas de aquel entonces.
Sin embargo, en 1845 comenzaron a recorrer nuestra geografía nacional diversos daguerrotipistas itinerantes, que eran artistas, artesanos, exclusivos y caros, por ejemplo Comte.
Pasando por la ambrotipia, traída a Uruguay por Emil Mangel Du Mesnil, procedimiento sobre vidrio que abarataba el proceso y permitía reproducir en papel, pudiendo mandar las imágenes junto con cartas, hacer imágenes coleccionables e intercambiables de los personajes icónicos de la época, en Uruguay se vivió el fenómeno de los fotógrafos itinerantes, trashumantes de este arte que recorrían en diligencias y volantas diversos lugares de nuestra geografía para fotografiar en estudios improvisados o al aire libre a todos quienes podían costearse retratos que, en aquella época, buscaban emular las obras pictóricas de la rancia aristocracia europea.
Pedestales posa cabezas, libros para apoyarse, sillas, veladoras cubiertas de manteles servían para improvisar escenografías en variados lugares, incluso en apartados puntos de nuestra campaña. No existía la fotografía instantánea, eran fotografías de larga exposición y de pose, la idea era que fueran lo más similares que se pudiera lograr a las tradicionales obras pictóricas representando retratos tan del gusto de la época. Se utilizaban pinceles y goma arábiga en polvo para colorear y resaltar, resaltar facciones y vestimentas.
Nombres como los de Amadeo Gras, Guyot, F. Bernard, Fernando Le Bleu, Charles De Forest Fredericks y sus socios Saturnino Masoni y George Pénabert, John Case, Alfonso Fermepin y Félix Rosetti sonaban entre las familias que deseaban retratar a sus miembros.
Los fotógrafos más aventureros se adentraban en zonas rurales a fotografiar tipos sociales que consideraban exóticos o curiosos en aquella época.
Los datos sobre historia de la fotografía que acabo de exponer, se los puede encontrar en el libro “Fotografía en Uruguay. Historia y Usos Sociales. 1840 – 1930”, en el capítulo que la autora Magdalena Broquetas dedica a la fotografía en Uruguay entre 1845 – 1860, identificándola como un arte exclusivo e itinerante.
En Villa de Salto, en tanto, último puerto del tramo navegable del Río Uruguay, los fotógrafos itinerantes en busca de aventuras encontraron un lugar muy interesante en el cual instalarse por un tiempo, como era la costumbre, dado el intenso movimiento comercial de la zona, y luego partían a recorrer el norte de nuestro país y otros países de América. Entre ellos, los ya citados Saturnino Masoni y George Pénabert quienes también eran daguerrotipistas. Ya sobre 1860, se instalan Luis Klenk en una casa particular donde montó su “galería”, y luego Pablo Aubert. (“Fotografías y fotógrafos en Uruguay. 1870 – 1930”, Vol. 1, Juan Antonio Varese, págs.. 61-62).
Ya avanzando hacia finales del Siglo XIX, encontramos en archivos particulares fotografías “de estudio”, por ejemplo de Ramagli y de Brunel en Tacuarembó, sin embargo Ramagli continuó con la fotografía itinerante y se sabe que recorría Salto. En Salto ciudad, el atélier La Central estuvo a cargo de Guarneri, Archiduque de Habsburgo.
Con posterioridad, el estudio fotográfico V. Ramagli estuvo abierto durante la década de 1920, suponemos que a cargo de un familiar del Ramagli del Siglo XIX.
Viajemos ahora rápidamente al Siglo XXI, en el que tenemos la oportunidad de conocer al genial y laborioso investigador histórico Pablo Villaverde, de Salto, que lidera un grupo de estudiosos, buscadores y benefactores, que han creado el Museo Itinerante de Fotografías de Salto https://www.facebook.com/museoitinerantedefotografiasalto/. Pablo Villaverde ha colaborado con nosotros en la elaboración de esta nota.
Este museo cuenta con fotografías datadas desde 1850 en adelante, o sea que su acervo nace con el fenómeno de los fotógrafos itinerantes quienes, procedentes de Europa como hemos expresado, recorrían las Américas en sus aventuras fotográficas, algunos vendiendo cámaras fotográficas, dando clases de fotografía y vendiendo accesorios como broches, estuches, medallones y marcos. El objetivo del museo es dar a conocer y rescatar del olvido todo el proceso histórico de la fotografía analógica en Uruguay desde sus orígenes allá por 1839-1840.
En este museo se puede apreciar, por ejemplo, fotografía tomada por V. Ramagli en Arerunguá, fotografías tomadas por el Archiduque de Habsburgo, Guarneri, entre otras; y avanzando en el Novecientos nos encontramos con “cartes de visite”, “cartes postales”, y esquelas funerarias.
El Museo Itinerante de Fotografías de Salto recibe donaciones de fotografías, y cuenta con hallazgos realizados por personas del grupo en la actividad que Pablo Villaverde denomina “arqueología urbana”, rescatando fotografías que son desechadas, por ejemplo, en tanques de basura. El museo realiza exposiciones a pedido de centros de estudio y centros de exposición, y participa de eventos patrimoniales, viajando con su acervo allí donde tenga que ir dado que no cuenta aún con un domicilio físico.
Museo Itinerante de Fotografías de Salto es heredero de la rica memoria de aquellos aventureros de la segunda mitad del Siglo XIX en Uruguay, no sólo en su acervo, sino en su forma de recorrer nuestra geografía urbana para preservar la memoria de nuestro país.
Invitados todos a conocer más de la mano de Pablo Villaverde enviando chat por Messenger desde la página de Facebook, visitando saltooriental.blogspot.com, o comunicándose por el Celular 099 881 031.
Fuente: Archivo personal Dra. María Cecilia Martínez. Carte Postale de Ediciones Fotocelere con fotografía de Palermo – Los Lagos y Paseo Los Rosales, Buenos Aires, Argentina, segunda década del Siglo XX.

(fuente original del artículo)
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