Es innegable que nuestro departamento nació gracias al puerto desde su primogénita fundación y gracias a esa magnífica construcción que hoy está en el olvido, nuestro departamento nació como una ciudad estratégica y logística dónde notables figuras de renombre histórico cómo Ricardo Williams, Mariano Cabal, Pascual Harriague, Dionisio Trillo, Saturnino Ribes, Manuel Ferrando, José G. Amorín, Diego Lamas, Teófilo Córdoba.
Se erradicaron a orillas del Río Uruguay y gracias a su pujante emprendedurismo comercial que nos puso en el mapa latino americano y río platense, fuimos la primera ciudad en poseer y fundar la primera compañía de transporte de personal y material del Río de la Plata la “Compañía Salteña de Navegación a Vapor” que abasteció los conflictos internos de la hermana República Argentina, y que también fuimos parte de la logística Naval y Militar.
Y para la guerra del la triple alianza contra la hermana República Heroica del Paraguay, a su vez lo que muchos se han olvidado es que supimos poseer astilleros dónde se construyeron no solo barcos si no la cultura del trabajo naval que se dejó morir en nuestro departamento, que provocaron no solo la fundación de empresas competitivas si no que también el colapso de navieras importantes que supieron intentar la dominación de nuestro puerto si no también el recelo de otras ciudades en el margen del Río Uruguay y el Río de la Plata cómo Paysandú, Concepción del Uruguay, Fray Bentos, Buenos Aires, Santa Fe y Rosario gracias a este puerto logístico comercial no solo se crearon astillero si no barrios pujantes como el cerro, Baltazar brum que no muchos ya no recuerdan que fueron uno de los barrios de mayor ocupación laboral del Departamento de Salto en su momento de mayor esplendor.
Salto necesita volver a ser nuevamente un ejemplo de emprendedurismo empresarial naval, Salto necesita volver a sus raíces de origen a su ADN, salto necesita tener esa cultura de trabajo que se a olvidado en las lagunas del olvido y el tiempo, Salto está huérfano sin su puerto, Salto necesita vivir de nuevo su esplendorosa gloria y renacer cómo el faro de luz que supo ser en el norte del Uruguay, Salto necesita su puerto nuevamente para que el trabajo las oportunidades nazcan y fluyan nuevamente por qué es anheló histórico y una verdad salteña.