“Un arco de triunfo es un monumento construido para conmemorar una victoria militar, aunque en realidad se usó para festejar a un gobernante. Los primeros arcos de triunfo fueron levantados por los romanos en la Antigüedad y cada uno estaba dedicado a un general victorioso.” (Wikipedia)
Dichos arcos se han construido desde tiempos antiguos en todas partes del mundo y Salto no es la excepción. Por diferentes motivos, en los siglos XIX y XX, en la ciudad se han construido 4 de estos arcos conmemorativos, siendo el primero de ellos, o al menos del que se tiene registro, levantado en 1897 en honor del General José Villar y la firma de paz de la revolución de ese año. Dicho arco fue construido en nuestra principal arteria, a la altura del 600, esquina con la actual calle Joaquín Suárez, a lo ancho de la calle. Otro de estos arcos fue construido, en homenaje a la visita del presidente Batlle y Ordóñez a la ciudad Salto en 1903 y estaba ubicado, también en nuestra calle principal, pero en la esquina de la hoy calle Julio Delgado, a lo ancho de ésta última, y lo acompañaba una alfombra roja que se extendía de este, hasta la estación de trenes, a la que arribo el presidente.
El último arco en ser construido en Salto fue por el bicentenario del proceso fundacional de nuestra ciudad, en 1956, en un suplemento especial del diario Tribuna Salteña de entonces se publicó una foto de este, de la autoría de Enrique Murguía. El mencionado arco estaba ubicado, también en calle Uruguay, a lo ancho de ésta, a la altura del 600 (frente las hoy oficinas del BPS, por más referencias).
LA IMAGEN QUE ACOMPAÑA EL PRESENTE ARTÍCULO
El arco que podemos ver en la imagen fue construido en la esquina de calle Uruguay y 18 de Julio/Feliciano Viera, en conmemoración de centenario de la Jura de la Constitución, en 1930.
La fotografía se trata de una postal, de 13x9cms, un formato clásico de la época, que plasma el arco, quizá recientemente construido. Lamentablemente la obra no tiene firma, pero conociendo su fecha, 1930, puede atribuírsele a Jungbluth, Furhmann o Pérez, entre otros.
Cómo comentario final, resaltar que ninguno de los arcos mencionados sobrevive. Aquí en Salto, esas construcciones eran efímeras, no estaban hechas para perdurar, cosa que hoy lamentamos.
Fuentes:
Wikipedia.
Fotografía: Colección (privada) Gino Duarte.